Historia

Reseña Histórica

Para conocer la historia de El Arenal es necesario ubicarnos en un contexto más amplio pues no se puede abordar el estudio del pasado de nuestro municipio como un hecho aislado, sino como parte de un todo: de la región, del Estado y de todo el occidente de México.

Arenal no siempre ha tenido el mismo nombre, ha pasado por tres de acuerdo a la época vivida. *En la era prehispánica al territorio se le conoció como "Zihuatlán" zihua-mujer; tlán-lugar.

*En la época de la conquista fue denominada, congregación de San Diego, por Juan Calero.

*Su actual nombre el Arenal significa lugar arenoso; se deriva de las condiciones del terreno ya que había gran cantidad de arena en el Valle. El estudio de los antecedentes históricos de El Arenal se dificulta por el hecho de que nuestro municipio como tal, es muy joven, dado que su historia como municipio libre e independiente data de hace sólo 82 años.,por lo tanto, todos los acontecimientos anteriores a esta fecha debemos estudiarlos vislumbrando Arenal como parte de la municipalidad de Amatitán y remontándonos aún más en la historia, como parte del departamento de Tequila, del Cantón de Ahualulco o de Etzatlàn. Por esta razón, las distintas divisiones territoriales que se han dado en Jalisco a través de su historia, hemos tomado parte de varios acontecimientos históricos trascendentales en la historia de México, en los que estas poblaciones, incluyendo El Arenal, han sido escenario de importantes acontecimientos.

Época Prehispánica.

En Jalisco hay vestigios de hace 28,000 años de la existencia de pueblos nómadas que se desplazaban tras las manadas de mamuts, bisontes o ciervos en busca de carne, pieles o huesos. Estos grupos humanos se refugiaban en cuevas.

Además de ser cazadores, también se dedicaban a la pesca, en los grandes lagos Jaliscienses (Chapala, Zacoalco, Sayula, Magdalena, etc.) y a la recolección de frutos, raíces y semillas.

La opinión mas aceptada es que en Jalisco la vida del hombre empezó a modificarse entre 5,000 a.c. y 1,500 d.c., pues en este periodo pasó de ser cazador-recolector a recolector y posteriormente a agricultor, lo que originó los primeros asentamientos humanos, dando lugar a la formación de pequeñas aldeas con cierta vida urbana formadas por chozas hechas de materiales perecederos, con paredes de carrizo enjarradas de lodo y techo de zacate o de pencas de maguey.

Los vestigios arqueológicos prueban la existencia (y así lo menciona el libro del Museo Nacional) como uno de los sitios de asentamiento de los primeros pueblos sedentarios en el norte del Occidente Mesoamericano.

Hoy el Corredor Cultural COAXICAR se presenta con un aspecto de la muy peculiar historia de nuestra región: su interesantísimo patrimonio arqueológico, testigo mudo, muchas veces, desbastado o destruido, de una cultura avanzada que sorprende a propios y extraños, novelas y eruditos por su organización política y social, digna de mención.

Según el arqueólogo Phill Weigan estos asentamientos formaron parte de una cultura denominada "tradición Teuchitlán", cuyos centros ceremoniales de los Bailadores - al norte de nuestro municipio y Huaxtla hacia el sur- comprendían una zona de habitaciones de aproximadamente 500 hectáreas (lugar donde se supone se encuentra asentada la actual cabecera municipal), con una población total de entre 20,000 habitantes.

La cultura de la que estos centros de población formaba parte es la única civilización genuina y nativa de la región.

La arquitectura de sus centros ceremoniales nos permite entrever complejas formas de organización social. Su estilo arquitectónico, único en México y en el mundo tiene un concepto innovador con gran sentido de la elegancia y sugiere la existencia de un sistema cultural bien integrado, este estilo se caracteriza por utilizar un patrón bien definido a base de patios y pirámides circulares y una banqueta redonda donde se asientan de 3 a 12 plataformas rectangulares, estos edificios llamados guachimontones son muestra de una arquitectura formal, avanzada, con un uso casi perfecto de la simetría, gran equilibrio en las formas y una gracia poco común que denotan en los indígenas una alta habilidad planificadora y de ingeniería.

Para construir estos edificios o centros ceremoniales no se usaron instrumentos de medición, que por supuesto no existían. La capacidad de formar ángulos de 90° fue algo fundamental para el diseño de esta estructura fueron simplemente cuerdas largas, un palo doblado en ángulo de 90° y estacas. Pudieron haber sido trazados por dos personas que conocieran bien la geometría que estaban usando. Trazar un círculo y sus plataformas se levan a rededor de 2 o 4 horas, utilizando las herramientas descritas. Entre estos edificios monumentales se encuentra en El Arenal la cancha de Ulama, o juego de a pelota, que es la más grande de la región, con sus 90 mtrs. de largo es una de las cinco más importantes del país.

Sin embargo, el estudio de doctor Weigan deja entrever una triste conclusión, muy poco se ha investigado el occidente de Jalisco, muy poco se conoce de nuestro pasado, muy poco interés ha despertado en estudiantes de historia, de ciencias afines, (antropología, arqueología, etc.) Si se suman a este, ya enorme laguna, la destrucción de obras espléndidas y el saqueo de piezas de arte invaluable, tarde o temprano la comunidad científica tendrá que lamentar al haber solapado las debilidades medidas de protección y de preservación aportadas a nuestro patrimonio cultural no renovable.

De estos centros ceremoniales Santa Quiteria rancho nuevo fue el mas acrecentado, en Mesa Alta existen dos círculos y una cancha de Ulama, Cerro de Bailadores fue el menos desarrollado y Huaxtla, donde existe una plataforma monumental muy similar a la del Ixtépete, era el centro ceremonial y administrativo de la región circunvecina, aunque dependía de Tallan.

Esta cultura, llamada también de las tumbas de tiro decayó aproximadamente en el año 1000 d. c. probablemente por la invasión del Señor "Nueve Jaguares" llegado del sur. A la llegada de los españoles, estaba denominada probablemente por el valeroso COAXICAR, último rey independiente de Xochitepec (Montes Floridos), hoy Magdalena.

Estos pueblos de vida sedentaria se dedicaban a la caza, a la pesca y a la recolección. Aprendieron el uso de las semillas y de la coa y cultivaban maíz, fríjol, calabaza y chile. Comían con frugalidad y en su dieta incluían guamúchiles, verdolagas, guayabas, aguacate y mescales, corazón de maguey fermentando o cocido a vapor, transformándolo en mezcal.

En Arenal es muy común al realizar excavaciones para la construcción de cimientos en vivienda o en las parcelas encontrar diversos vestigios de esta cultura prehispánica. Podríamos citar numerosos ejemplos, pero solo citaré uno: recientemente la familia Huerta Vázquez encontró en su potrero, a retirar una enorme piedra, diversas piezas de cerámica y de obsidiana. Estas piezas dan muestra de haber sido bellamente trabajadas pues algunas tienen bordes decorativos y están pintadas de rojo.

Estos grupos indígenas practicaban también una incipiente ganadería: criaban patos, guajolotes, cabras y perros xoloitzcuintli.

Creían en la inmortalidad del alma y para la vida futura suponían la existencia de ciertos parajes remotos a donde no podían llegar los vivos, situados del otro lado del Río Chiconahuac, a donde el alma de los muertos era guiada por sus perros, atravesando el río para llegar a su morada final. Creían en la existencia de un ser supremo e invisible bajo cuyo poder existían otras divinidades inferiores como el sol, el aire y el fuego.

Estas tribus tuvieron una doble influencia cultural: la del norte y la de sur. Del sur recibieron la influencia tarasca o purépecha que hacia el año 1460 invadió este territorio. Envalentonados por su triunfo ante los Aztecas, tribu del valle de México, en el reinado de Motecuhzoma Xocoyotzin, llevaron sus armas contra esta región y habiendo ser juzgado ya a los pueblos del sur los cuales le pagaban tributo y luego de arrollar Tonallan y Tlaxomulco, penetraron hasta Ahualulco, al que incendiaron.

Su deseo era, además de apoderarse de las salitrosas playas de Zacoalco, obtener otros productos de la región como cera, miel, algodón, cobre, oro y plata. Veinte años duró esta invasión cuyo principal vestigio en nuestro territorio es la vecina población de Villa de Cuerámbaro (nombre purépecha), que existe desde entonces como herencia de la invasión tarasca.

El ejercito purépecha de Tangxoan venció a Cuantoma y Tzitlali, retirándose estos a Cocolan.

A punto de lograr su propósito, el señor de Coima reunió a los tactoañi Minotlacoya, Capayan, Cuantoma, Txitali, Cuirzaloa, Caizantli, Cuitaxilli, Opochtli y otros y a frente de un numeroso ejército derrotó al enemigo a cargo de Zuanga, señor de los purépechas en Zacoalco en 1480, al mismo tiempo el ejército de Tonallan formado por las tropas de Atoloch, Pitaloc (señor de Tlallan), Pilili, Totoc, Chachi, y COAXICAR (Señor de Magdalena), vencían en Tlaxomulco.

Ubicada en un contexto mas amplio la Tradición Teuchitlán formó parte de la cultura occidental que comprendía los actuales estados de Jalisco, Colima, Aguascalientes, parte de Zacatecas y Nayarit.

Esta región denominada también Chimalhuacàn estaba a su vez dividida en cuatro grandes monarquías gobernadas por el Rey Tlatoeni, poderoso soberano, gran príncipe y por algunas señoras o cacicazgos independientes. Las cuatro monarquías eran las siguientes:

1. Colima: Lugar conquistado por alcohuas.

2. Tonallan: Lugar del Sol

3. Xalisco: Lugar arenoso

4. Aztatlan: Lugar de garzas

El Arenal, a pasar de ser un municipio de dimensiones geográficas pequeñas, por encontrarse en los límites de dos de estas monarquías, formaba parte tanto de a monarquía de Xalisco, en su parte norte como de la monarquía de Tonallan en su parte sur. Recordemos que Tallan, gobernada por Pitaloc, era parte de la monarquía de Tonallan y Huaxtla a su vez era parte de Tlallan.

El resto del municipio era parte de la monarquía de Xalisco que iniciaba donde terminaba Tonallan a sureste de nuestro municipio y se extendía hasta el actual Estado de Nayarit.

Estos grupos humanos, suyo grupo étnico era probablemente coca, recibieron también una influencia del norte, pues en varios ocasiones sufrieron invasiones de tribus nahuatlacas y chichimeca, que en su peregrinar desde el norte de México hacia el sur hallaron el suelo de nuestros territorio en pos de espacio y dominio.

Por el año 544 de la era cristiana, tuvo lugar a salida de dos señores de la real estirpe tolteca, que después de ser vencidos en guerra civil avanzaron hacia el sur:Chalcatzin y Tlacamichtzin junto con sus adeptos habiéndoles reunido otros cinco señores, Ehécatl, Cohuatzon, Mazahuatl, Tlapalhuitz, y Huitz. Aconsejados por su sabio sacerdote Huemantzin (e de las manos grandes, el poderoso) siguieron su peregrinación hacia el sur y llegaron hasta Xalisco (sobre el arenal en III acatl o sea en 559).

Después de algunos siglos hubo una incursión Chichimeca procedente también del norte en una monarquía que contó trece reyes antes de si peregrinación, encabezados por Xolot a principios del siglo XII, esta migración dejó a su paso gente que aumentaron a población.

En el siglo XII siete familiares nahuatlacas emigraron hacia el sur, llegando a lugares como Ayahualulco, Etzatlàn, Tequilan y Tlallan.

Las lenguas habladas en esta región fueron el náhuatl y el tocho o mexicano de Jalisco llamado también cazcan.

Este era el programa de la vida indígena en la región antes de la llegada de los españoles.

Época de la Conquista.

En 1522 se inicia la conquista de nuestro territorio, el actual Estado de Jalisco, por Cristóbal de Olid, que incursionó hasta Tamazula sin encontrar resistencia. En 1523 Gonzalo de Sandoval funda Colima de donde dos años después sale Francisco Cortés de San Buenaventura, pariente de Hernán Cortés en una expedición hacia el norte.

Los españoles buscaban Cihuatlán o tierra de las mujeres solas, guerras invisibles, fuertes y hermosas, pero al llegar se dieron cuenta que Cihuatlán era solo un nombre geográfico y que si no había hombres, era porque había salido a combatir con los advenedizos.

A su paso por Zihuatlán, Autlán y Etzatlàn los españoles fueron sembrando destrucción y muerte. Cortés de San Buenaventura iba otorgando encomiendas a los españoles. Dejó a Juan Escárcena como encomendero en Etzatlán y continuó su viaje hasta el Río Santiago (probable ruta por e territorio de nuestro municipio, en marzo a abril de 1525, no encontrando resistencia, ni lugares que es gustaran para quedarse por no encontrar los minerales que tanto ambicionaban).

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